sábado, 20 de julio de 2013

Day #1 - One step forward

Hace mucho me habían vuelto las ganas de escribir a montones, y llegó el momento, el 20 de julio del 2013 en que abrí este blog. He encontrado templates lindos, pero la tecnología bloggera es un ámbito desconocido para mi, lo cual tendré que superar desde ahora. Decidí tener este espacio para cumplir con un reto que empezó ayer: cultivar la constancia. Se preguntarán de qué hablo, bueno, todo comenzó cuando decidí buscarle trascendencia a mi vida. Fue así como llegué al taller de "Vida al Máximo" a cargo de Percy García, a quien quiero y admiro mucho por todo ese cariño y dedicación que nos dió desde un principio.

Pues bien, aquí estoy, comprometida a cambiar del todo. A veces esa ilusión nos dura una, dos, o hasta tres semanas pero después desaparece cuando surge la más minima tentación hacia retomar la rutina. En esos casos, solo existe un problema: la falta de PRESENCIA. Sí! Usualmente la falta de voluntad es un reflejo de una incongruencia entre lo que quieres dar y lo que das; esa desconexión conlleva a la conformidad, que a su vez provoca una gran decepción con uno mismo. Conozco mucha gente que por temor no decide cambiar, prefieren quedarse en lo seguro, pero si hay algo que he aprendido es a arriesgar. Arriesgar con bases racionales, y con la convicción de que de todos modos ganarás algo, ya sea el resultado esperado o una experiencia que no volverás a repetir. Yo decidí cambiar la forma en que llevaba mi vida, con el corazón cerrado por temor a ser dañada, con creencias que no me favorecían en lo absoluto, y muchas cadenas que recien suelto después de  mucho tiempo. Gracias a esto, aprendí a confiar en mi, a reconocer que todo lo que necesito está dentro de mí, y sobretodo a perdonar, mediante lo cual te liberas de todas las anclas que no dejan a tu vida avanzar.

Desde hoy comienzo mi Sadhana diario, porque la base del cambio no solo es voluntad, también es constancia. Me comprometo a hacerla, a romper los prejuicios que mi cuerpo se pone, principalmente ahora en invierno (i.e tengo mucho frio, tengo sueño, etc etc etc que seguro les suena muy familiares). En ese control es donde voy desarrollando el enfoque necesario para poner mi cuerpo en donde mi mente quiere estar, esa conexión, esa presencia tan importante. Si no fuera por esta experiencia, aún seguiría creyendo en que no soy lo suficientemente fuerte para enfrentar problemas. Afortunadamente no es así, y si existe algo más que he aprendido, es el hecho de que la suerte no existe, sino la reciprocidad en el universo. Nada ocurre de manera aleatoria, todo lo que tenemos es porque nos lo merecemos. Y toda situación es positiva o negativa desde la perspectiva en la cual es abarcada. Posiblemente esto suene muy tirado de los pelos, pero es cierto.

Llegué al curso de "Vida al Máximo" cuando más lo necesitaba. Unas semanas antes me diagnosticarone Endometriosis Retroperitoneal (lo sé, suena extraño), es decir, los implantes y algunas adherencias empezaban a joderme los ligamentos del útero-sacro, por lo cual me empezaba a doler la zona lumbar y las piernas, principalmente del lado derecho. De hecho, el año pasado tuve una operación y el respectivo tratamiento para una endometriosis aparentemente leve, lo cual cambio radicalmente este año. Es muy probable que mucha gente no haya escuchado de que estoy hablando, pero las chicas que presentan el mismo cuadro sabrán del dolor del que hablo, realmente es insoportable. Más allá del dolor físico en sí, lo que más me dolió es dejar algunas de las actividades que mayor felicidad me daban (si, felicidad, un indicador muy importante que tiende a ser subestimado) por ejemplo, correr. Simplemente el hecho de dejarlo me partió el corazón, y poco a poco me sentía perdida, sin ganas de nada, y aceptando el hecho de que "no había nada más que hacer que soportar". Si bien tengo un alto umbral de tolerancia al dolor, la endometriosis es lo más doloroso que me ha pasado, y solo me dedicaba a llorar en silencio mientras evitaba reconocer y enfrentar el problema. 

Después de estos 10 días, me siento muy segura y con ganas de enfrentar el problema. Le perdí el miedo, y ahora más que nunca estoy con ganas de demostrarle a la endometriosis que yo puedo más que ella. La semana pasada inicié un tratamiento más agresivo para disminuir y tratar de parar el progreso del asunto, son 6 meses de inyecciones y después pastillas hasta que decida tener bebés. Gracias a esto aprendí a no rendirme, y lo más importante es que NO IMPORTA TODO LO QUE OCURRA, YO SIEMPRE ESTARÉ BIEN. Hoy me siento inspirada, y nunca más perderé esa inspiración. Por fin puedo hornear cupcakes llenos de esperanza y alegría, la pastelería es mi pasión, y mi vehículo para agradecer al mundo por todo ese amor que meda. Gracias Percy, Catherina, y toda la familia de "Vida al Máximo - Módulo 4". 



Hug&cupcake,
Eylin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario